domingo, 19 de julio de 2009

Confusión

Desde hace un tiempo se me están cayendo los esquemas. Las guías que puse para poder seguir viviendo. Se me han hecho pequeñas. Se han quedado obsoletas. Y estoy confusa.

Al principio sentí un pequeño vacío en el estómago que, poco a poco, se fue haciendo muy grande y que ahora me absorbe por completo. Elaboro mil pensamientos sobre un tema y al minuto siguiente otros mil pensamientos se me cruzan con los anteriores en una especie de éxtasis del que resultan otros miles de pensamientos, que se traducen en emociones desconocidas y desconcertantes... y así transcurren mis días...

Intento sujetar el torbellino, pero me fallan las fuerzas. Me falla la voluntad. Porque todo este proceso me dirige al origen. Al fondo de mí misma. Que clama por salir de donde lo escondí. Y eso me resulta aterrador...

Porque en el fondo de mí misma...existe una tristeza infinita. Una tristeza que no sé bien de dónde sale. Cuál es su origen. Pero sé con certeza que ahí está. Esperándome para engullirme. Presta para desafiarme. A vencerla. De una vez por todas. O a sucumbir a ella. De una vez por todas.

Muchas otras veces, en los momentos de confusión, tomé el camino fácil y construí otros diques, otros muros de contención, más fuertes, más altos que los anteriores...sin darme cuenta de que en cada uno de esos procesos la tristeza me vencía y me envolvía. Asfixiándome y cegándome.

Y asfixiada y ciega creía que la había vencido. E inventaba futuros de optimismo con pies de barro. E inevitablemente, al cabo de un tiempo, cuando algo del exterior me emocionaba, mis diques rompían estrepitosamente, dejando paso a la confusión. Y todo volvía a empezar...en un ciclo sin fin...

Pero esta vez...esta vez me he dado cuenta. Esta vez soy consciente. De que debo enfrentarme y luchar. De otra manera. Mirándola de frente y dejando de construir muros y diques. Dándome permiso para dialogar. Dándome permiso para llorar. Dándome permiso para ...aceptar...

Y para eso...solamente tengo que encontrar...el lugar de mí misma en donde escondí el llanto...