sábado, 10 de noviembre de 2007

Escondidos

Muchos de nosotros hemos sido caminantes que tratábamos, por todos los medios, de estar escondidos. Nos movíamos sigilosamente, con cuidado, en las sombras, no fuera a ser que los demás se dieran cuenta y vinieran por nosotros.

Se dieran cuenta de que no somos como ellos quieren que seamos. Y eso, era un problema. Porque entonces sus palabras podían herirnos, sus comportamientos también. Porque era necesario que todos fuéramos uniformes, que nadie destacara por encima de aquellos que eran los líderes naturales o elegidos. Era necesario asegurar nuestra supervivencia.

Y entonces, nosotros, los escondidos, tratamos de pasar desapercibidos. Nos vestíamos de forma gris y nos comportábamos de forma gris porque eso era lo que se esperaba de nosotros. Ni más ni menos. Un pequeño fallo en la tonalidad del gris se notaba. Y se pagaba.

Al principio de nuestro caminar no entendíamos esa necesidad de pasar desapercibidos. Y lo pagamos. Una y mil veces. Hasta que, de tanto pagar, entendimos que no querían que fuéramos individuos. Que querían una masa informe, gris, manejable. Unas sombras que se mueven en las sombras.

Y entonces, íntimamente, decidimos simular ser sombras. Desarrollamos nuestra capacidad de imitación y llegamos a olvidar que, un día, muy lejano ya, éramos individuos, con capacidades, ilusiones, pensamientos y formas de ser únicos. Cambiamos nuestra individualidad por nuestra supervivencia.

Y un buen día, despertamos envueltos en las sombras grises de nuestras grises vidas, y nos dimos cuenta que, había algo que no cuadraba. Que había algo más. Que éramos algo más. Y vino primero un déjà vu, y luego otro, y luego otro más y así...hasta que recordamos quiénes habíamos sido.

Y sentimos vergüenza por nosotros mismos. Por habernos prostituído por sobrevivir, malamente, en las sombras. Y entonces, decidimos alzarnos y rebelarnos, y decidimos buscar a aquél que fuímos un día muy lejano, sabiendo que, quizá, teníamos que darnos prisa, no fuera que se nos acabara de repente el tiempo y lo único que hubiéramos experimentado fuera el haber sido meramente sombras, escondidas, en un mundo gélido y gris.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he sentido admiración por aquellos que tenían posibilidad, por su capacidad y determinación de elegir. A su vez son escogidos, captados y encajados en el gran engranaje.
Rechazar un trabajo, una oferta, una propuesta, por buena que fuera, porque no era lo que buscaban, pensaban o creían que debía ser bueno para ellos. Que maravilla!
Creo que esa admiración está inducida por la educación que recibimos. Necesitamos ídolos, personas extraordinarias, con personalidad, a las que imitar, seguir.
Es habitual encontrar biografías de grandes personajes. Exaltación del individuo, el modelo a imitar.

Escondidos? pues no conscientemente, tal vez conformistas, aferrados a realidades, dando respuesta a las urgencias, al día a día y sí, con prudencia sobreviviendo a esos intereses superiores que nos gobiernan. Cuidando que esas heridas que recibimos y que infligimos no sean determinantes. Somos el rebaño, ese rebaño sin el cual no hay pastor.

Líderes naturales o elegidos?
Me gustan aquellos grupos, células en que cada cual desempeña consciente o no su rol. Tal vez pueda parecer que algunos de esos roles son mas grises que otros, mas escondidos, en realidad todos necesarios y en si mismos brillantes con tonos diferentes. No todos puedan ser el líder y éste a su vez no tiene por que ser el mas brillante. Desempeña como los otros su papel y sin embargo es el que tiene mas posibilidades de que a su alrededor se cree equipo, se agrupe la célula. No es fácil encajar las piezas de un grupo y hacer que funcione. Las empresas, los equipos de fútbol, de baloncesto y tantos otros donde curiosamente si tocas una pieza por gris o poco importante que parezca se descoyunta o al revés, se arma toda la estructura. De forma irreparable o notable.

Hay muchas probabilidades de que si te sales de tu rol, te des el batacazo. No todos nos reconocemos en nuestro rol.

Es raro encontrar un líder u otro rol, que sea capaz de crear equipo, pero aunque escasos, los hay.
En las empresas, en la política, en los quehaceres diarios, si tropiezas con alguna de esas células, secciones que funcionan, todo da impresión de eficacia y buen hacer.

Me gustan esas personas con el don, la habilidad de destacar sin perturbar, encajando en su entorno, escondidos, haciendo grupo, dando y espero que recibiendo lo normal. Aunque hoy “lo normal” no es noticia.
Creo inherente a la capacidad del individuo desarrollar, potenciar la habilidad de estar, saber estar.

Desde mi escondite, me gusta la palabra co-laborar.

Puede que me haya ido algo del tema, pero así como en “la herida” no he podido dar un comentario que me pareciera aceptable, este ha fluido espontáneo.

Delta 11/11/2007 23:00

Anónimo dijo...

LOS ESCONDIDOS y las ESTRELLAS

Vivimos en el mundo de la luz y la luz produce sombras . Cada uno somos nosotros mismos y nuestras sombras . La luz nos da la vida y la mantiene pero tambien nos la quita y la sombra es una medída de la pérdida de vida que nos trae la luz . Esta luz que nos sustenta fisicamente es la luz del SOL , pero hay otras luces que nos bombardean y que son más cualificadas y también mas escasas en su intensidad , son las luces de cada una de las infinitas estrellas del firmamento ; cada una nos da tambien una capacidad de vida y una capacidad de sombra y por su mayor distancia su influencia es de más calidad ; así su contribución a la vida es mas elitista y selectiva y su sombra es más ténue y menos perjudicial . Por lo tanto el estar más o menos escondido depende en parte de la estrella que elegímos para cobijarnos .No es lo mismo darle importancia , es un decir , en nuestras vidas p.e. a Aldebaran o darsela a Altair o a Mizar .... hay que elegir y saber buscar nuestra BUENA ESTRELLA , la nuestra , identificarnos y luchar con ella de nuestro lado . Por lo tanto , antes de nada ... BUSQUEMOS la ESTRELLA ... como EL PRINCIPITO .

Fdo.- Argonauta.

Anónimo dijo...

"CAMINANTE NO HAY CAMINO..."

Si estamos escondidos no se hace camino.
Yo entiendo que la gente prefiera no sobresalir, pero entonces no seríamos SERES, seríamos ENTES, que es distinto. Entes moviéndose entre las sombras de un camino que queramos o no, es el que vamos a vivir..
El camino puede tener muchas curvas, que nos sirven para escondernos, para ser nuestras sombras. Si las curvas son muchas , llegaremos a ser esa masa informe que deambula por la vida.
Pero siguiendo el camino, de repente sales de una curva y te encuentras frente a una recta infinita, despejada y con orillas. Tienes que salvar la recta, porque sino te puedes hacer una gran "herida". Y para eso sacas tu energía, esa que aunque no quieras, en tí es evolutiva y pones a brillar tus pies. Y pasito a pasito brillas la carretera y la transformas en una autopista. La autopista que va a ser tu vida. Si la brillas y das lustre, desaparecerán las sombras, y volverás a ser aquello que soñabas cuando eras una niña.
Si no lo haces, con el tiempo, llegarás a sentir vergüenza, vergüenza de lo que pudiendo, no hiciste.

Una persona que era muy sabia, pero que nunca escribió un libro, decía: "La vida es como un camino y las orillas son la gente. Dependiendo de adonde te arrimes, así te van o te vienen".
Aquí viene que ni pintada. El camino será tu vida. Las sombras y el gris, una orilla. La otra, el brillo y el lustre. La vergüenza está en el medio. Y tú estás justito enfrente.

La vergüenza y las sombras crean en tu interior un grado de insatisfacción vital importante. Según dice BUDA, la causa real de la insatisfacción vital es la ignorancia. Y el cese de esta situación es el despertar.
Sin tirar mucho del budismo y sin paginar excesivamente nuestro interior, admitamos que las sombras y el esconderse lleva a la insatisfacción, y esto no es bueno para nadie.
La palabra BUDA sabemos que significa: "El que ha despertado". Y no es que nosotros vayamos a ser como Buda (hablando de líderes), ni mucho menos, pero si analizamos un poco esa frase piensas que se puede mejorar mucho el camino de las sombras, incluso despertar, salir de él y ponerse a andar por si mismo paso a paso.
Para no sentir vergüenza de tí. Se tú mismo. Total al final vas a pagar lo mismo. Si optas por el camino gris, pagas desde que naces. Y si optas por el camino brillante vas a pagar de por vida. Así que ya que tienes que pagar, paga con "moneda" brillante y no descolorida.
Ya que la mente es inteligente, hay que ayudar a que brille y no a que se ensombrezca.

Decía HANH que: "Para llevar una existencia auténtica, había que vivir el momento presente con plena consciencia".
Y no se vive así, si estás escondido en las sombras de la experiencia. Y HANH era todo un maestro en este arte.
Si vives como dice HANH, estás mejor capacitado para aprovechar las oportunidades que se presenten desarrollando la mente creativa y llegando, incluso a manejar algún liderazgo.

Muy largo, ya lo se pero, se podía seguir...

Rocío del Alba
12 Noviembre 2007