domingo, 16 de noviembre de 2008

Quisimos ser humanos...

Desde tiempos inmemoriales, nuestra raza se debatía en la soledad de la naturaleza. Se defendía como podía y a duras penas sobrevivía. Nos comparábamos con otros seres y nos veíamos débiles, vulnerables y frágiles. Y eso nos hacía sentir miedo. Un miedo intenso que nos corroía las entrañas y nos paralizaba. No nos ayudaba a escapar, como hacían otros animales.

Y pasamos muchos años así. Hasta que un día, alguien observó, que, si intentábamos dominar el miedo, podíamos utilizarlo para nuestro propio beneficio. Al principio no le creíamos. Pero nos hizo demostraciones y llegó a convencernos de que debíamos aprender a manejar el miedo.

Lo que no nos dijo fué que ese dominio del miedo no debía ser exterior. Debía ser interior. Pero eso nadie lo dijo, y por tanto, nadie lo hizo. Todos fuimos a lo fácil. Todos fuimos a dominar el miedo desde el exterior.

Y para ello, lo primero que había que hacer era generar control. Control sobre las situaciones y sobre los demás, sobre nuestros propios compañeros y sobre el resto de los seres. Contra el miedo, control.

Y entonces, nos hicimos expertos en el control. Nos empeñamos en controlar el tiempo, en controlar el espacio, en controlar los comportamientos de los demás y en controlar la naturaleza. Y así, generamos algo peor de lo que teníamos. Generamos un mundo de control y por tanto, la lucha por el poder. Porque el que tiene el poder tiene el control. Y al resto le queda el sometimiento.

Nadie dijo nada. Nadie opinó nada. Por miedo. Y aunque algunos descubrimos que el verdadero modo de no tener miedo, o al menos, de no estar paralizados por él, era controlar el interior, el sistema que generamos ya no permitía tal disonancia. Y entonces, decidimos que intentaríamos probar nosotros y veríamos qué pasaba...¿cómo seríamos nosotros?, ¿cómo influiría eso en los demás?...quizá...llegaríamos a ser...humanos?...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quisimos ser humanos y atentamos contra la Naturaleza.
Atentamos contra la soledad, contra la vulnerabilidad y contra la fragilidad de la Naturaleza. Hicimos un amasijo con todos estos ingredientes y lo envolvimos con un papel rojo grisáceo, y le escribimos un cartel que dice: MIEDO. Y allá dentro quedaba todo lo vivo, todo lo que la Naturaleza nos dio: La fuerza y el poder para ser HUMANOS y ejercer un control serio sobre el miedo.
Un miedo que nos atenaza y que a falta de fuerza, nos puede llevar a la violencia.
Claro que tampoco afecta a todos. Yo pienso que existe una parte de gente a la que afecta en sobremanera. La parte sometida al control y al miedo es ya importante, o es que nunca se supo y está ahí haciendo daño.
El que está sometido tiene logicamente miedo y está expuesto a la violencia. Violencia que se instauró para que la gente no hablara y así generar más miedo, con un control perfectamente estable sobre la violencia y el miedo.
El que intenta salir de ese camino lo tiene muy difícil porque;tú tienes miedo, pero: ¿Cómo lo aceptan los demás?...
En principio de malos modos y por parte del personal, con salomónicos consejos. Consejos que no sirven de nada, porque los demás, no son los que tienen el problema. Y por ese problema se llega incluso a la violencia.
Y ya está aquí el atentado contra la persona, contra la humanidad y contra la Naturaleza.
Y si no se sale de esta situación la realidad que nos espera es el sufrimiento psíquico, la enfermedad y sabe Dios cuantas más ruinas mentales y físicas.
Habrán oido hablar ustedes del principio básico que regula toda esta cuestión en la mente. Dice así:

"Cuando en los diálogos interiores predomina el maltrato en cualquiera de sus formas, el sufrimiento psicológico y la enfermedad aparecen como consecuencias inevitables".

Claro que si todo lo anterior se pudiera cambiar, optaríamos por ser HUMANOS desde el principio. Nos podríamos apoyar entonces en el principio contrario al anterior que dice:

"Cuando se instala la comprensión, el respaldo y la asistencia, entonces el sufrimiento psicológico cesa y la integridad y la salud surgen también como consecuencia natural".

Reflexionando un poco sobre esto, permítanme una pregunta:
¿Por qué si queremos ser HUMANOS, vamos en contra de las leyes de la Naturaleza?.

Rocío del Alba
26 Noviembre 2008

Anónimo dijo...

Si juntan los dos principios de los que habla Rocío del Alba, eso es en si la Naturaleza. Visto con la espontaneidad natural de actuar de la mente y el mundo, con las reservas que lleva consigo el investigar la actuación de la mente humana dentro del Universo.

Hay un pensamiento ZEN muy curioso que dice:

"Las montañas azules son por sí mismas montañas azules.
Las nubes blancas son por si mismas nubes blancas".

Pues con la Naturaleza y el Ser Humano pasa lo mismo. Con las reservas naturales que lleva consigo esta ¿filosofía?...

TAHI.
28 Noviembre 2008

Anónimo dijo...

EL MIEDO

El miedo es un sentimiento que se ha hecho propio de la condición humana ; y tanto más cuanto más cerrada sea la sociedad o el grupo social y con independencia de su nivel de desarrollo . Tenemos miedo de objetos , de ciertas situaciones , de algunos acontecimientos , del futuro , .... . Por ello tratamos de controlar y planificar . Y está bien . Pero , el miedo solo se vence RAZONANDO . Hay que educar la sociedad en RAZONAR . Lo malo es que hoy por hoy y ante una situación de miedo , el razonar ES LENTO . Si fueramos capaces de razonar con la misma rapidez que se instala el miedo en nuestro cerebro , seguro que seriamos capaces de vencerlo . Estariamos entonces en condiciones de ser una sociedad mucho más libre , más segura ... y sobretodo ... mucho menos influenciable en cualquier aspecto . También , seguramente , menos sensible y más individualista ...
Parece que el progreso de la humanidad va por este camino. Y este camíno solo se hace con esfuerzo y educación individual .

Me acuerdo en este punto de una poesía de Rosalía de Castro sobre el miedo al MOUCHO , tan común en Galicia. El moucho es un pájaro parecído al buho , pero más pequeño y que en nuestra cultura se asocia el verlo o el oir su sonído como símbolo de mala suerte , de muerte , de mal aguero , ... Rosalía de Castro lanza un desafío al moucho , es un desafío personal y definitivo ... por ahí está el camino . Dice, en prosa libre naturalmente :

... Yo bien veo estar al moucho encima de aquel peñasco , ... pero NO TE TENGO MIEDO MOUCHO .... MOUCHO ¡¡¡ NO TE TENGO MIEDO |||

Curiosamente , en otras culturas , el moucho se asocia con sabiduría .
Es el contraste entre civilizaciones propio de nuestra raza.

Fdo.- Argonauta.